En Minneapolis, la agente de policía Sarah Pribek regresa a casa una mañana fría y descubre que su esposo, Michael Shiloh, también policía, nunca llegó a Virginia para comenzar su entrenamiento en el FBI. Sarah, una investigadora experimentada, está acostumbrada a las explicaciones inocentes que resuelven la mayoría de los casos de personas desaparecidas. Pero desde el momento en que encuentra el bolso de Shiloh cuidadosamente empacado debajo de su cama, sabe que su esposo ha desaparecido. La búsqueda la lleva a su familia, donde se entera de una hermana que nunca supo que tenía, a Nuevo México, donde ella misma creció, y finalmente de regreso a Genevieve, donde todos los hilos de esta novela brillantemente contada se unen.