LA VUELTA AL MUNDO EN OCHENTA DÍAS

Título:                 La vuelta al mundo en ochenta días

Autor:                 Julio Verne

Ilustrador:           Antonio Pérez García

Idioma:               Español

Editorial:              Bruguera

Colección:            Historias Selección

Serie:                  Julio Verne. Número 5.

Año Edición:         1966

Páginas:               255

Ilustraciones:        250

Formato:              13,00 x 19,50 cm

Encuadernación:   Tapa dura con sobrecubierta

RESEÑA:

Fue en vida Julio Verne el escritor más popular de Europa, habiendo sido traducidas sus pbras a todos los idiomas, incluso al japonés y al árabe. Hoy, más de cien años después de su muerte -falleció en Amiens el 24 de marzo de 1905-, puede afirmarse que la popularidad del eximio novelista francés persiste, como flor inmarcesible, y que sus magníficos relatos siguen siendo leídos con fruición, especialmente por la juventud, para la cual los escribió con preferencia. Creador y, genuino representante de la llamada novela científica, su imaginación y clarividencia, realmente sorprendentes, le llevaron a prever no pocos de los inventos actuales y algunos hasta a describirlos con exactitud. Ahora bien, con ser este mérito tan extraordinario, no habría bastado a hacerle universalmente famoso de no haber poseido indiscutibles cualidades de verdadero novelista. De ahí la amenidad y el interés siempre creciente de sus obras, que jamás defraudan al lector, merced al hábil desarrollo de la trama, al calor de humanidad que trasciende de todos sus personajes, a la simpatía y a la gracia de no pocos de ellos y, finalmente, a la amenidad y fluidez del estilo y al diálogo ingenioso, salpicado de grato humorismo. En "La vuelta al mundo en ochenta días", Phileas Fogg, inglés excéntrico, de lenguaje lacónico y concreto en sus juicios y decisiones, apuesta veinte mil libras con cinco amigos suyos, socios como él de un club de Londres, a que dará la vuelta al mundo en ochenta días, comprometiéndose a hallarse de regreso, y reunirse con ellos, en aquel mismo salón del club, a las ocho y cuarenta y cinco minutos de la noche del sábado 21 de diciembre. Phileas se hace acompañar en su viaje por su criado Juan Picaporte -apodo que le habían dado por su natural aptitud para salir de toda clase de apuros-, francés, de aspecto robusto y de unos treinta años. El agente de policía Fix, encargado de capturar a cierto individuo, presunto autor del robo de cincuenta y cinco mil libras en billetes al Banco de Inglaterra, sigue a Phileas en su viaje como la sombra al cuerpo, por estar persuadido de que es el autor del robo. La actitud noble y desinteresada de Aouda, joven y bella, presta una tonalidad suavemente sentimental y plena de femineidad a este magnífico cuadro literario, como lo es sin duda el presente libro.