Desde la muerte de Hergé y su obra inacabada"Tintín y el Arte-Alfa", varios tintinófilos han emprendido la tarea de terminar este álbum. De las numerosas versiones ilegales destaca la de Rodier, que pasó un lustro entero convirtiendo estos bocetos en un libro, buscando ser lo más fiel posible a su creador. El trazo de Rodier logra insuflarle a "el Arte Alfa" una cierta frescura, se trata de un álbum mucho más grato de leer que el " Arte-Alfa oficial de Casterman". El homenaje que representa este Tintín apócrifo de Yves Rodier (que tuvo, aún así, la bendición de Jacobs y De Moor), es un caso singular y muy valioso.