Imoda, Enrico y G. Simoni, fotógrafo
Fotografie di Fantasmi [Fotografías de fantasmas]; prefacio del profesor Carlo
Richet
Turín: Fratelli Bocca, 1912.
Gran octavo (25,7 × 17,8 cm); 254 pàgs. En rustica original, cubiertas impresas a una tinta
tipográficas, cosido; Con las 48 fotografías, gelatina de plata medio tono de G. Simoni,
fotógrafo natural de Roma, en tamaño desde aprox. 7,5 × 7,6 a 16,5 × 11,6 cm. Esta copia
incluye la etiqueta rosa en la página 88, tal como se emitió, en lugar de una quincuagésima
fotografía pequeña que no estaba disponible en el momento de la publicación.
Buen ejemplar, algo mareado en lomo. Completo.
Se trata de una rara primera y única edición de esta importante obra de fotografía
espiritualista, basada en el estudio del Dr. Enrico Imoda sobre la joven médium Linda Gazzera
(1890-1932):
"La hija de un químico de Turín, Linda Gazzera, una mujer bien educada, tuvo una gran
reputación entre 1908 y 1912 por fenómenos físicos violentos, aportes y materializaciones. El
Dr. Imoda la estudió durante casi todo ese período, y su libro Fotografie di Fantasmi (1912)
proporciona numerosas fotografías de sus fantasmas. El barón von Schrenck-Notzing, un
médico de la escuela psíquica, hizo un estudio más completo de ella en París en 1911, y tuvo
pocas dificultades para demostrar que ella y sus sedutas (sesiones) eran un fraude".
(Joseph McCabe, Espiritualismo: una Historia Popular de 1847, p. 225).
El estudio de Imoda se basó en pruebas fotográficas reunidas durante una serie de cien
sesiones de espiritismo en el palacio de la marquesa de Ruspoli, durante las cuales se
desplegaron múltiples cámaras. Un diagrama y una fotografía en el primer capítulo, que
describen la casa, documentan esta configuración.
Por su naturaleza extraña, un libro con casi medio centenar de fotografías originales
contracoladas ; algo poco corriente en la época de auge del fotograbado, y su temática bizarra,
el libro del Dr Imoda merecería formar parte de las antologías que Martin Parr actualmente
prepara sobre su colección de los fotolibros más importantes de la historia. Con seguridad,
Parr no posee una copia de este libro, pues sino, sin dudas, se incluiría en sus célebres
bibliografías. Se desconoce la tirada, pero siendo de 1912 y reuniendo todas esas fotografías
originales, no fotograbados, podemos aventurar que difícilmente llegarían a los 300
ejemplares, seguramente en un rango de tirada 100- 200 copias. Turín “la Ciudad de Satanás”
como se le conoce a la capital del Piamonte, una vez más justifica su fama de ciudad esotérica
con la publicación de este libro.
Lo excepcional de este ejemplar, no es su rareza y su reducida tirada, sino que se trata del
ejemplar personal del premio Nobel, Santiago Ramón y Cajal; Histólogo, escritor, fotógrafo y
epistemólogo, Cajal debe mucho de sus logros a la aplicación científica de la fotografía en la
biología y al método científico. No solo era fotógrafo, (uno de los mejores en la España de
principios de siglo), Cajal es también teórico y conocedor del alcance que podía suponer la
técnica fotográfica para desvelar la naturaleza de la vida en profundidad.
En este ejemplar que presentamos Cajal anota de puño y letra frases que revelan una evidente
indignación como: ” …pero si se le ve el cartón! ” o “ Acabáramos, pero si esto lo ve
cualquiera” son comentarios algo sarcásticos a lo largo del libro, que sin dudas leyó
atentamente hasta el final, anotando un total de 30 comentarios manuscritos a pluma en el
margen y también en un papel añadido como marca de lectura. Las marcas y señales también
son de Cajal y sirven de guía para seguir lo que él consideró significativo de su lectura.
A principios de siglo se constata en todos los países europeos el florecimiento de las escuelas
espiritistas, animadas por líderes como Blavatsky, y seguidores como Aleister Crowley, W. B
Yeats, ambos en la Orden Hermética de la Aurora Dorada, o mentes brillantes como Sir Arthur
Conan Doyle. En España la figura principal fue Rosso de Luna, astrónomo y espiritista del cual
se dice que avistó en 1893, el día 5 de julio, un cometa en la Constelación del Auriga y que
desde entonces lleva su nombre, sin valerse de ningún instrumento, a ojo desnudo. Cajal
posiblemente lo conoció en el Madrid y quizás tuvo con el teósofo una de sus Charlas de Café,
en el Ateneo de Madrid.
Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) por mérito propio es el científico español más importante
de la época contemporánea, heredero de una tradición preilustrada que empieza
curiosamente, con el también nacido en Navarra, Miguel de Servet (1509-1553) el cual fue
ajusticiado en Ginebra por Calvino, y continúa con esa misión de la Ilustración que es arrojar
luz contra la irracionalidad, la superstición y el oscurantismo. En ese sentido, este ejemplar es
un magnífico síntoma y paradigma de los afanes ilustrados más esenciales de nuestro Premio
Nobel, el considerado “Padre de la Neurociencia”.
Este ejemplar único hubiese hecho las delicias del coleccionista y bibliófilo Umberto Eco, cuya
colección (hoy día en la Biblioteca Braidense de Milán tras un largo litigio) reunía en sus
ediciones originales las teorías más descabelladas, infructuosas y obsoletas del pensamiento
de occidente;” … una Bibliotheca semiologica curiosa, lunatica, magica et pneumatica” bien
merece figurar en una colección personal o institucional que se precie de ostentar valor
histórico y museístico. El único otro ejemplar en Internet tiene precio de 14.000 euros, pero por supuesto no es este ejemplar de Cajal.