Paga un solo envío, se unifica los pedidos. El sistema bancario español nació del “Desastre del 98”, es decir, de la crisis colonial de 1898 que puso fin al Imperio Español.
La banca madrileña, como la también poderosa banca del norte (Banco de Bilbao, 1857; Banco Santander, 1857; Banco de Vizcaya, 1901), eran bancos universales o mixtos, es decir, bancos de depósitos y bancos de negocios a la vez.
El banco de negocios más genuino de estos años fue el Banco Urquijo, institución fundada en 1918 en Madrid, con orígenes vascos y vinculaciones con los Rothschild, que, en 1944 firmaría un pacto con el Hispano Americano (“El Pacto de las Jarillas”), por el que Hispano y Urquijo actuarían en el futuro de forma simbiótica: el primero principalmente como banco de depósitos y el segundo exclusivamente como banco de inversión industrial. Hacia 1960, los depósitos de las instituciones financieras rondaban el 50 por 100 del PIB, es decir, cinco veces más que en 1900. La Ley de Ordenación Bancaria de 1962 se inspiraría en la Glass-Steagall Ac