Hay personas cuyas vidas son sus propias creaciones. No es el caso de James Rebanks. Hijo mayor de un pastor que era a su vez el hijo mayor de otro pastor, su familia lleva generaciones viviendo y trabajando en el Lake District, una de las zonas más hermosas de Inglaterra. Su modo de vida se ajusta a las estaciones y a las labores que estas exigen, como ha ocurrido desde hace siglos. Solo un vikingo entendería un trabajo como el suyo: llevar las ovejas a los prados en verano y recoger el heno; acudir a las ferias de otoño donde se completan los rebaños; conseguir que la manada sobreviva durante el invierno; y ayudar en el nacimiento de los corderos en primavera, cuando las ovejas se preparan para volver a los prados.