Gran estatua del Ibis Thoth
Estatua sedente de Ibis Thoth con corona
Material:
Cuerpo de madera policromada.
Corona, pico, patas y cola de bronce.
Ojos de ambar
Dimensiones: 56 cm. largo
34 cm. Alto
15 cm. Ancho
Peso: 3,4 kg
Colección privada
Ibis Thoth, la deidad del antiguo Egipto, es el dios de la sabiduría, la escritura jeroglífica, la ciencia, la magia, las artes, el juicio y los muertos.
La palabra hebrea yanshuph, que se encuentra en el Antiguo Testamento (Levítico 11:17; Deuteronomio 14:16), se refiere a especies conocidas por los hebreos tal como se produjeron en Egipto y Tierra Santa, como el Ibis sagrado (Threskiornis aethiopicus)
El sagrado Ibis era venerado en Egipto porque se creía que era una encarnación del dios Thoth, que preservaba la historia de cada persona.
Esta deidad aparece en pinturas, relieves y esculturas.
Los ibis sagrados vagaban libremente por los templos porque entre los muchos animales que comían se encontraban serpientes, que así fueron desterradas de las viviendas humanas.
También momificaron ibis y los enterraron en las tumbas de los faraones para registrar su viaje final al más allá.
En Egipto, a lo largo de los años se han desenterrado millones de momias de ibis y se han enterrado en catacumbas especiales diseñadas para albergar los cuerpos momificados de estas hermosas aves. La mayoría fueron encontradas en Tuna el-Jebel en el Medio Egipto, donde se encontraron cuatro millones de estas momias, o en la necrópolis de Dra Abu el-Naga en el Alto Egipto, donde también se descubrieron miles de ibis.
Große Statue des Ibis Thoth
Sitzende Statue von Ibis Thoth mit Krone
Material:
Polychromer Holzkörper.
Krone, Schnabel, Beine und Schwanz aus Bronze.
bernsteinfarbenen Augen
Abmessungen: 56 cm. lang
34cm. Hoch
15cm. Breit
Gewicht: 3,4 kg
Privatsammlung
Ibis Thoth, die Gottheit des alten Ägypten, ist der Gott der Weisheit, der Hieroglyphenschrift, der Wissenschaft, der Magie, der Künste, des Urteilsvermögens und der Toten.
Das hebräische Wort yanshuph, das im Alten Testament vorkommt (3. Mose 11:17; Deuteronomium 14:16), bezieht sich auf Arten, die den Hebräern bekannt waren, weil sie in Ägypten und im Heiligen Land vorkamen, wie zum Beispiel den heiligen Ibis (Threskiornis aethiopicus).
Der heilige Ibis wurde in Ägypten verehrt, weil man glaubte, er sei eine Inkarnation des Gottes Thoth, der die Geschichte jedes Menschen bewahrte.
Diese Gottheit erscheint in Gemälden, Reliefs und Skulpturen.
Die heiligen Ibisse streiften frei um die Tempel herum, denn unter den vielen Tieren, die sie fraßen, befanden sich auch Schlangen, die so aus den menschlichen Behausungen verbannt wurden.
Sie mumifizierten auch Ibisse und begruben sie in den Gräbern der Pharaonen, um ihre letzte Reise ins Jenseits aufzuzeichnen.
In Ägypten wurden im Laufe der Jahre Millionen von Ibis-Mumien ausgegraben und in speziellen Katakomben begraben, in denen die mumifizierten Körper dieser wunderschönen Vögel untergebracht werden sollten. Die meisten wurden in Tuna el-Jebel in Mittelägypten gefunden, wo vier Millionen dieser Mumien gefunden wurden, oder in der Nekropole Dra Abu el-Naga in Oberägypten, wo auch Tausende von Ibissen entdeckt wurden.