ANNE HEYVAERT. GRABADO ORIGINAL

Grabado (aguafuerte, punta seca) sobre papel Velin d’Arches .

Mancha: 11’5x14 cm. Papel: 28x35 cm. 1991. Ej. núm. 30/30.

Numerado y firmado a mano por la artista.

Procedencia: Del taller de la artista. De la galería Trinta, Santiago de Compostela.

Con unas mínimas manchas de óxido que no afectan en absoluto.

 Anne Heyvaert (Estados Unidos, 1959) estudia en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París y actualmente es profesora de Grabado en la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra de la Universidad de Vigo.

De nacionalidad francesa, reside en Galicia desde 1994. Ha impartido numerosos cursos y talleres de grabado en España, Luxemburgo o Francia, al tiempo que trabaja en los talleres de Grabado Torben Bo Halbirk, en París y en el Atelier Empreinte, de Luxemburgo. Desde la  Fundación CIEC de Betanzos ha impartido cursos de Formación de Profesorado para la Conselleria de Educación de la Xunta de Galicia. 

Ha participado en numerosas exposiciones colectivas como el recientemente inaugurado Flying Carpet, proyecto internacional de edición en el que se han seleccionado obras de más de 30 países. Entre sus exposiciones cabe destacar Series seriadas en la Galería Pardo Bazán de A Coruña y Ollada de muller en el Liceo de etanzos o Botella ao mar en el Auditorio de Galicia. Participa en colectivas como la realizada para el Atelier Torben Bo Halbirk, Skovhuset, Vaerlose en Dinamarca; en la IV Biennale Internationale de Gravure, Liège, Belgique ; en la Bienal Internacional de Arte de Vila Nova da Cerveira, Portugal; en el II Festival de la Gravure de Diekirch, de Luxembourg  y en el Salón de Estampa de Madrid, entre otras. Ha obtenido el galardón en el XI Premio Nacional de Grabado que organiza el Museo del Grabado Español Contemporáneo en Marbella Beim Engel, Empreinte, Luxemburgo.

El realismo de sus obras es un hecho ineludible. Su exaltación de la caja de cartón no es más que un mero pretexto para confrontar la realidad como objeto y como representación. Pero, tras cada línea o cada trazo de pincel, logra descubrir

sentimientos y significados aparentemente ausentes en los objetos que representa. Algo tan sencillo como una caja llena de reflejos y, a veces de papeles plegados o plásticos que refractan clásicas veladuras, nos transporta más allá de todo reconocimiento simbólico. Los objetos cotidianos usurpan su papel a los paisajes

y naturalezas muertas: objetos anodinos, con apariencia sublime en la ficción, en la que se representa la mayor de las exaltaciones del realismo pictórico, trasmiten texturas, pliegues, roturas, veladuras, manchas, todo para conseguir el mayor efecto realista en su creación.