Grabado del siglo XVI, de Georg Braun del libro Civitates Orbis Terrarum. Muy decorativo. A mediados del siglo XX fue entelado muy cuidadosamente con un doble soporte de papel especial y tela. Tiene un número en el margen derecho (92) de sello de tinta. Mide el grabado 48x10,8 cm. y el soporte 53x19,8 cm.
En esta misma subasta se pone a la venta un ejemplar igual pero en blanco y negro
En el libro I (1572) nos encontramos ya la primera de las vistas gaditanas, con una leyenda que reza: “Cadiz, olim Gades, eiusdem nominis Insulae oppidum nobile, portu maris Herculeo freto, temploque memoratum”. El detalle más llamativo de este grabado no es, curiosamente, la vista de la ciudad en sí, sino la escena que se encuentra en un primer plano. Se trata de la representación de un instante de la vida cotidiana de los gaditanos y gaditanas, que bien podría encarnar la idiosincrasia que se atribuye a los naturales, incluso a día de hoy. Y es que se puede observar un ambiente de algarabía con once personas que tocan las palmas y bailan alegremente al son del sonido de panderetas y otros instrumentos de percusión. En esta escena hace su aparición un hombre que asía las riendas de un burro o una mula que en sendos flancos porta dos grandes atunes, recordándonos el papel fundamental de las almadrabas en la economía gaditana, que también aparecen representadas en este grabado