Walter Sarfatti, un "ciudadano del mundo" anglo-italiano, con raíces judías y una fuerte conexión con la cultura japonesa, ha elegido el campo toscano para vivir y trabajar.
Comenzó su investigación artística durante sus estudios en la Accademia di Belle Arti en Florencia. Desarrolló un interés en la pintura al óleo y el dibujo en colores pastel, y más tarde descubrió su verdadera pasión: el grabado en varios colores y en blanco y negro.
Grabado, aguatinta y sugarlift son los principales medios que utiliza para su trabajo. A menudo se inspira en la búsqueda de la armonía y el equilibrio guiados por una reinterpretación de elementos familiares que se pueden percibir en una hoja descompuesta, una uña oxidada, un rayo de luz.
El concepto japonés de Wabi Sabi dispara la imaginación de Sarfatti con su ideal estético, su modelo filosófico y su camino espiritual que modifica la percepción de los objetos y la naturaleza que lo rodea. Elegancia y esencia son dos palabras de observación en su trabajo artístico.
Él es un impresor maestro que utiliza la técnica de placas de múltiples colores grabadas al agua fuerte. Él es un artista que sugiere, pero nunca es impetuoso. Sarfatti es un portavoz de valores profundos por lo que está rodeado.