Baño en tonos pasteles luminosos, el Palacio de Cibeles en Madrid parece casi ingrávido contra un cielo turquesa. Las torres del edificio y las formas neoclásicas son suavizadas por un pincelado expresivo y brillantes reflejos, creando un paisaje urbano onírico. La pintura ofrece una nueva perspectiva sobre uno de los monumentos más icónicos. Óleo, lienzo. Firmada. Barnizada.
50x70x2 cm