Oleo sobre lienzo, 72 x 53 centímetros sin marco y 92 x 73 centímetros con marco. Málaga, (1941) Jaime Rittwagen evoluciona desde una primera etapa de abstracción a una pintura figurativa más centrada en el paisaje urbano. Su obra se acerca al Naïf y resulta fácilmente reconocible sin necesidad de mirar la firma. Ha celebrado exposiciones en diferentes ciudades como Madrid, Barcelona, Melilla, Sevilla, Jaén, Álora, Rincón de la Victoria, Marbella, París, Lausana, Tel Aviv, Santo Domingo y Málaga. Rittwagen es un enamorado confeso de la ciudad de Málaga, de su luz y sus colores, y refleja esta pasión en sus pinturas, en las que retrata las calles y los paisajes de esta ciudad.