Obrers i ciutadans. Blasquisme i moviment obrer. Ramir Reig Ed Alfons el Magnànim 1982

Rústica, 14x21, 373 páginas, primera edición, 1982.

Colección Politécnica, número 6

Editorial Alfons el Magnànim, Institució Valenciana d'Estudis i Investigació.

POSIBILIDAD DE ENTREGA EN MANO EN VALÈNCIA.

EDICIÓ EN VALENCIÀ

Este libro, como dice el autor en la introducción, ofrece la posibilidad de una lectura en tres niveles. Es, en primer lugar, la narración de unos hechos que, por su frescura y vivacidad, por su inmediatez y sonido directo, convierten muchas páginas en un trozo de vida palpitante. Asistimos a la lucha obrera en la Valencia de 1900, a nuestro particular Novecento, filmado en los panfletos de la época y protagonizado por hombres y mujeres que sentimos gritar muy cerca. En segundo lugar, el libro intenta estudiar con rigor unos años decisivos para conocer aquello que Thompson denomina formación histórica de la clase obrera, es decir, el proceso de confluencia y asimilación por los trabajadores de tradiciones culturales y prácticas sociales diversas. Cómo es sabido, alrededor de 1900, anulada y disuelta la FRTE anarquista por las continuas persecuciones y muy débil todavía la UGT, se desarrollan las Sociedades de resistencia al capital, estructuras de base del sindicalismo cenetista y ugetista que se consolida a partir de 1910. Profundizando en los planteamientos de estas Sociedades se analiza no sólo la práctica sindical de una época, sino la configuración de todo un universo cultural que es parte irrenunciable del patrimonio del movimiento obrero. En un tercer nivel el libro ofrece una lectura política e ideológica, por cuanto los trabajadores de la Valencia de 1900 se encontraban en un marco de extrema politización y, más que nunca, se sentían obreros y ciudadanos por obra y gracia del republicanismo imperante. A partir de 1898 los blasquistas ocupan por completo el escenario político de la ciudad de Valencia y no se hace nada allí sin que el Sr. Blasco y sus amigos quieran. El conocimiento del movimiento obrero restaría incompleto sin descubrir todas las conexiones ideológicas. Pero es, sobre todo, la oscura sombra del blasquismo, su confusa mezcla de populismo y demagogia, de aportaciones contradictorias a la tradición democrático-radical y a la irracionalidad más desatada, aquello que empieza a aclararse con un análisis crítico de sus posiciones en la lucha social.