¿Cuántas veces te has dicho a ti mismo: ¡Es que ni yo me entiendo!? ¿Cuántas veces has sentido que te dejes llevar por la inercia en lugar de vivir de verdad? ¿Cuántas veces has pensado que, teniéndolo todo, te falta algo? ¿O, peor aún, que no has logrado casi nada de lo que querías?.