En el otoño de 1493 un terrible huracán arrasó Haití devastando el Fuerte de Natividad y dejando a su paso una trágica estela de muerte y destrucción. Por su parte los feroces guerreros del sanguinario cacique Canoabó se encargaron de rematar y asesinar a los pocos españoles que habían conseguido sobrevivir a las fuerzas destadas de la naturaleza.