Tras su último caso el forense inglés David Hunter regresa una temporada a Estados Unidos para entrenarse en la Granja de Cuerpos del FBI. Pero pronto la realidad lo embiste: la Policía encuentra un cadáver muy inusual y en seguida queda claro que un asesino en serie anda suelto y que siente una sádica fascinación por la muerte y la descomposición.