En un momento de intensa crisis personal Judith se lleva a sus dos hijos Jason y Caro a pasar unos días en casa de su tío Wilf en Lincoln. Dentro de un ambeinte opresivo no sólo por la ola de calor sino también por los recuerdos que contienen la casa empiezan a surgir fuertes tensiones en la familia lo que precipita la crisis individual de cada miembro.