Camilo José Cela en su discurso de ingreso en la Real Academia Española hablando de J. Gutiérrez-Solana precisó con su agudeza característica que los ojos sirven para ver y no para adornar la imagen que se mira los oídos para oir tanto la melodía como el trueno la nariz para oler el ámbar y la tibia cuadra del ganado.