Los herederos de la novela burguesa decimonónica francesa se sintieron fascinados por la precisión y la certeza del método científico. Amaprados en el positivismo en las disciplinas técnicas y en las ideologías que explicaban metódicamente el estado social vital e intelectual del hombre los nuevos literatos se lanzaron a una observación minuciosa del mundo a la que nada escapaba: las enfermedades el alcoholismo la miseria el asesinato todo es susceptible de ser narrado con precisión quirúrgica.