El viernes 30 de septiembre de 1938 Chantal Lemaitre que había estado en la iglesia de Notre Dame des Victoires dando gracias por la clemencia de Hitler y Mussolini hacia Neville Chamberlain y Daladier en Munich subió a un autobús AB en su terminal de la Bolsa para evitar tener que abrirse camino por entre los aficionados a los pellizcos que según temía se amontonarían en la plataforma trasera para cuando el autobús llegara a la plaza de la Ópera.