¿Usted no encuentra pues odioso despreciable que una mujer abandone a su marido y a sus hijas para seguir a un hombre cualquier del que nada sabe ni siquiera si es digno de su amor? ¿Puede usted realmente excusar una conducta tan atolondrada y liviana en una mujer que además no es ya una jovencita y que siquiera por amor a sus hijas hubiese debido preocuparse de su propia dignidad?