Un hombre inocente atrapado en un crimen perfectamente planeado. Con tres matones como cómplices, Tim Foster (Preston Foster), un descontento ex policía, planea el robo de un banco y hacerse con un botín de un millón de dólares. Pero también ha urdido un plan para traicionar a sus cómplices y acusar a un inocente del robo.