Tita es la pequeña, vive en un rancho con sus hermanas y sus sirvientas, y pese a saberse condenada a no poder gozar del amor por tener que hacerse cargo de su madre, no renunciará a Pedro. Él también la ama, pero se casará con su hermana Rosaura para poder seguir cerca de ella. Tita se refugia en la cocina y se entrega a la elaboración de platos mágicos capaces de transformar las emociones y el comportamiento de quienes los prueban, a la espera de que su trágico destino se cumpla.