El coronel es un veterano de lo guerra de los mil días que sirvió a las órdenes de Aureliano Buendía. Vive, junto a su mujer, en una modesta casa de la costa colombiana.
Desde hace quince años espera que le asignen una pensión, a la que tiene derecho por haber servido durante la guerra civil.
Por esa razón, todos los viernes va a la oficina de correos del puerto, con la esperanza de ser finalmente notificado de la asignación de la pensión.
Pero la situación económica del coronel y su mujer es precaria, y apenas tienen para alimentarse.
Además, tienen un gallo de pelea, heredado de su hijo Agustín, quien fue asesinado por