Una historia tan original como disparatada, un largo peregrinaje para exorcizar el recuerdo que marcó una vida.
Una mañana cualquiera, mientras su mujer pasa el aspirador en el piso de arriba, Harold Fry sale de casa para echar una carta al buzón. Recien jubilado, Harold está lejos de imaginar que acaba de iniciar un viaje a pie de un extremo a otro del país. No lleva calzado ni ropa adecuada, ni siquiera un telefono móvil, y mucho menos un mapa o una brújula. ¿Para que iba a llevarlos? Tan sólo va al buzón de la esquina ....