En plena guerra fría, Cirilo Lakota, de origen eslavo, es elegido Papa tras haber sufrido diecisiete años de prisión. Su antiguo verdugo es ahora el primer ministro de la Unión Soviética; se enfrentarán así el poder material y el poder espiritual. La posibilidad de una terrible hambruna se cierne sobre el pueblo ruso, y con ella el peligro de invasión de los países vecinos y, quizás, un enfrentamiento armado con las potencias occidentales.