Libro nuevo sin usar en perfecto estado.
El mismo de la imagen
Durante más de cuarenta años, el escritor Benito Pérez Galdós fue vecino de Santander. El narrador más importante de la historia de la literatura española, tras Miguel de Cervantes, edificó una casa, San Quintín, en la calle que hoy lleva su nombre en nuestra ciudad y pasó en ella los largos veraneos de entonces, siendo mucho más que un visitante
habitual, pues aquí tuvo vivencias afectivas de gran calado, cultivó amistad ejemplar con figuras de esta tierra de la talla de Menéndez Pelayo, José María de Pereda o José Estrañi, y, sobre todo, aquí vino a escribir una parte considerable de su obra de madurez.
Al iniciarse las conmemoraciones del primer centenario de su muerte, el Ayuntamiento de Santander ha invitado a un grupo de narradores cántabros a trazar una semblanza personal del escritor canario-madrileño en su refugio santanderino. El resultado es un libro insólito en que se entreveran la admiración por el gran personaje —y sus peculiaridades—, y la nostalgia por un tiempo y una ciudad ya alejados del nuestro, a los que esta suma de inspiradas evocaciones nos acerca de manera singular y un tanto irónica.
El libro se completa con la deliciosa entrevista que un Azorín treintañero, ya gran maestro de la lengua española, realizó en 1905 a un Galdós sesentón en su finca santanderina.
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