En 1944, Álvaro Cunqueiro es inhabilitado para ejercer la actividad profesional y borrado del Registro Oficial de Periodistas, por una denuncia de la Embajda de Francia en Madrid a la Delegación Nacional de Prensa. Es su muerte como escritor en una España de miedos y censura. Cunqueiro, que ejercía como periodista en la capital, desde el final de la guerra civil, regresa a Mondoñedo dos años más tarde, ante la imposibilidad de encontrar un trabajo que le permita sustentar a su familia. En la ciudad episcopal pasa unos años difíciles, tanto económica como personalmente, sumido en la tristeza de no poder desarrollar lo que más quería: escribir y publicar, ya fueran libros o artículos periodísticos. Es cuando desde FARO DE VIGO emprenden la operación rescate.