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AÑO 1762 – QUINTO HORACIO FLACO (Q. HORATII FLACCI) – OPERA OMNIA.
Q. HORATII FLACCI OPERA OMNIA, QUOTQUOT EXSTANT, EMENDATISSIME NUNC DENUO EDITA ET NOTIS INTELLECTU FACILLIMIS IN USUM JUVENTUTIS SCHOLASTICAE AD MODUM JOHANNIS MINELLI ILLUSTRATA.
LIPSIAE 1762
Apud M.G. WEIDMANNI HAEREDES et REICH
Magnífica edición, encuadernación de época en media piel. Dimensiones 14 x 9,5 cms. Páginas 648. Idioma Latín.
Interesantes anotaciones de época manuscritas en las últimas páginas de cortesía.
HORACIO
Quinto Horacio Flaco (Venusia, hoy Venosa, Basilicata, 8 de diciembre de 65 a. C.-Roma, 27 de noviembre de 8 a. C.), conocido como Horacio, fue el principal poeta lírico y satírico en lengua latina.
Fue un poeta reflexivo, que expresaba aquello que deseaba con una perfección casi absoluta. Los principales temas que trató en su poesía son el elogio de una vida retirada («beatus ille») y la invitación de gozar de la juventud («carpe diem»), temas retomados por poetas españoles como Garcilaso de la Vega y Fray Luis de León. Escribió, además, epístolas (cartas), las últimas de las cuales, dirigida «A los Pisones», es conocida como Arte poética.
Los temas y tópicos creados por Horacio gozarán de un respaldo universal a lo largo de la literatura posterior a su fallecimiento. Esencialmente partiendo desde el Renacimiento es difícil no hallar una sola composición influida por los tópicos o las formas horacianas. Así, destacan poetas como Ronsard, Petrarca o Garcilaso, que se vieron envueltos por la dulzura y las reflexiones horacianas. En España podemos encontrar grandes influencias horacianas en Fray Luis de León, que prácticamente lo parafrasea en algunas de sus poesías, José Cadalso o Leandro Fernández de Moratín; e incluso otros autores que seguirán el camino labrado por el poeta romano. Algunos poetas ingleses se verán también influidos por Horacio, como John Keats o John Milton.
Más adelante, en la Generación del 27, también encontraremos influencias horacianas en poetas como en el vallisoletano Jorge Guillén. Su figura sigue asociada hoy día a los tópicos a los que le asoció la Edad Media, y que ahora pueden considerarse casi más medievales que plenamente romanos: la «aurea mediocritas», el «carpe diem» y el «beatus ille». No obstante, la vitalidad de Horacio, pese a cierto anacronismo en su perspectiva que revela el siglo XXI, sigue activa como uno de los clásicos latinos más extraordinarios, junto a otros como Cicerón, Virgilio, Ovidio y demás artistas inmortales.