2 TOMOS. LOMO EN PIEL. 920 Y 977 PAG. ILUSTRADO CON GRABADOS, CADA TOMO 22 X 15 X 3 CM. ENVÍO 8
Parreño, Florencio Luis. Málaga, 25.VIII.1822 – Puerto Príncipe (Cuba), 13.IX.1897. Escritor y periodista.
Escritor y periodista del que se conservan escasos datos biográficos, aunque se sabe que, debido a su carácter bohemio y aventurero, abandonó muy joven su ciudad natal para trasladarse a Madrid sin la autorización paterna e iniciar allí su carrera literaria.
Él mismo reconocía en su obra La Inquisición, el Rey y el Nuevo Mundo que su vida había sido azarosa y que “caminó largo tiempo entre abrojos”. Su estancia en la Corte fue dilatada, dedicándose a la política y a las colaboraciones periodísticas en el diario progresista dirigido por Ángel Iznardi, el Eco del Comercio, donde en 1849 insertó sus poemas No más pesares y A Manolita V. Profesionalmente ejerció la carrera administrativa, ocupando cargos de relieve en España y América. Siendo secretario del Gobierno Civil de Puerto Príncipe (Cuba), falleció el 13 de septiembre de 1897.
Su producción literaria comenzó tarde, en 1851, con dos obras teatrales, Laura de Castro y El Gran Duque, estrenadas en Madrid y que sólo obtuvieron críticas negativas o breves reseñas periodísticas. Pasó después a especializarse en la novela por entregas, en la que logró una popularidad similar a la alcanzada por M. Fernández y González, como lo demuestra el hecho de que uno de sus títulos más famoso, Pedro el Temerario, llegara en 1943 a su vigésima edición.
En Madrid, y durante la época del mayor auge de la novela por entregas, Parreño cultivó preferentemente la novela histórica de aventuras. Siguiendo en todo momento el método usual de los novelistas por entregas del siglo XIX, la mayoría de sus novelas históricas se encuentran engarzadas y así, Pedro el Temerario es la primera parte de La heroína zegrí, cuya tercera parte se titula El escudero de don Pedro el Temerario.
Y de igual modo, La Inquisición y el Rey es la primera parte de El héroe y el César. Una vez agotada la moda de las novelas históricas, Parreño optó por encaminar su producción hacia una serie de novelas de tendencia social o novelas dualistas, aunque en esta nueva orientación literaria no alcanzó los favores del público. Entre sus títulos destacan El cáncer de la vida, El abismo y el valle, Las plagas del pueblo y La aurora del pueblo Parreño fue un puro escritor por entregas y sus obras siempre encuadernadas en dos abultados tomos, siempre en cuarto y siempre por entregas, obtuvieron una inagotable popularidad.