ANITA, la obra de Eduardo Rod (Nyon, 1857 - Grasse, 1910), novelista suizo. Tras haber estudiado en Suiza y Alemania, Rod inició en París, poco después de los veinte años, su actividad literaria con el texto À propos de l'Assommoir (1879), al que siguieron algunas novelas, la primera de ellas Palmyre Veulard (1881), dedicada a Zola, con las que se adscribe decididamente en la escuela naturalista de este autor. Sin embargo, el joven Édouard Rod, a quien Maupassant describe tan pálido y triste, magro como un seminarista, con melenas de poeta y una idea desesperada de la vida, se alejó pronto de tal escuela, en realidad esencialmente opuesta a su temperamento intelectual y artístico. En La course à la mort (1885), y singularmente en El sentido de la vida (1889), su novela de mayor éxito, enfrenta al crudo mundo de Zola el estudio del alma y la profundización en los problemas morales. Profesor de literatura comparada en la Universidad de Ginebra durante algunos años (1886-1893), atestiguó sus amplios conocimientos acerca de la actividad literaria europea en ensayos críticos sobre Dante, Leopardi, Goethe y otros autores. Acá lo tenemos con ANITA, una novela poco conocida, pero de agradable lectura. De la Biblioteca del diario LA NACION, de Argentina, en una edición centenaria del año 1903, encuadernada en tapas duras enteladas y letras de título doradas.