Perteneciente a la llamada generación del 98, Luis Ruiz Contreras destacó como un gran traductor, ensayista y crítico.
Madrid, Diciembre 1931, 1ª edición, 13x19, 120 páginas. Encuadernación editorial en tapa blanda. Autógrafo con dedicatoria y firma del autor al escultor Mariano Benlliure.
La obra recoge el epistolario del autor con algunos amigos como Ramiro y María de Maeztu, Blasco Ibañez, Eugenio d'Ors, Angel Ossorio o Juan Estelrich, a los que manifestaba algunas derivaciones claras del panorama espiritual de Cataluña.