La marca “NURY” fue registrada en 1950 por el marquista valenciano Lorenzo Maldonado Almenar, quien el año anterior había registrado un Modelo de Utilidad de una pluma como ésta. La pluma era “de botella”, un sistema por entonces ya obsoleto, donde el cuerpo transparente de metacrilato formaba un gran depósito, sin ningún sistema de carga o regulador del flujo. Carecía incluso de un tubo capilar que compensara la presión interna. Lo más probable es que el simple calor de la mano dilatase el aire interno, haciéndola gotear. La boquilla, con un plumín semioculto, debía desenroscarse para llenar la pluma, por cuentagotas o vertido de la tinta. Que llenar la pluma fuera “algo especial” lo demuestra el siguiente tintero, fruto de un acuerdo entre Maldonado y la fábrica de tintas SIGNO, y envasado por el primero pues sólo a él importaba. El frasco tenía además un tubo doblado en “U” (aquí perdido) que hacía de sifón al apretarlo, pudiendo cargarse manteniendo frasco y cuerpo de la pluma verticales.