Funciona, algo sucia.
La cámara mostrada es un ejemplar de la escasa producción española que, salvo excepciones muy puntuales, se limitó a la fabricación de productos de muy baja calidad, en unos casos bajo licencia de marcas extranjeras o directamente fabricados por las filiales de estas en suelo español (casos de la Kodak o Agfa) y en otros, fueron productos diseñados bajo la inspiración de modelos extranjeros (eufemismo de imitación, copia o fusilamiento puro y duro). Por tanto, diseños españoles originales serían más bien pocos y la industria basada en pequeños talleres de carácter prácticamente artesanal aunque la excepción en este caso podría ser la firma Certex que si que alcanzó un estándar notable con sus Werlisa que, como no, tampoco pudo superar la competencia venida del Sureste Asiático y sucumbió a finales de los ochenta cuando se presentó la demanda de suspensión de pagos.