Hablamos de la histórica cafetería del edificio Galaxia, construido en 1969 por el arquitecto Antonio Lamela en el solar de la perfumería GAL, que aún conserva su mítico rótulo rojo gigante en la azotea —GALAXIA— y donde, el 11 de noviembre de 1978 se reunieron Antonio Tejero, Ricardo Sáenz de Ynestrillas, dos comandantes y un capitán para cocinar un golpe de Estado contra el Gobierno de Adolfo Suárez. La idea era ocupar el palacio de La Moncloa (sí, las ideas más locas siempre surgen en las cafeterías y con unos carajillos —o algo— de por medio). Pero la conspiración se frustró. Ynestrillas y Tejero fueron juzgados en consejo de guerra.
En 2005, Galaxia dio paso a otra cafetería, Van Gogh, que logró el difícil equilibrio de reinventar el local sin perder su condición de cafetería histórica —esa barra kilométrica y con curvas— en la línea de cadenas setenteras.