Conmovedor óleo decimonónico de la Escuela Sevillana que representa la imagen del Buen Pastor. La pintura muestra un niño con una oveja, capturando la delicadeza y la espiritualidad característica de la pintura religiosa española del siglo XIX. Enmarcado en un marco original de oro fino, el cuadro refleja la maestría técnica y la profundidad emotiva de los artistas de la época