Puede decirse, generalizando, pero a la luz de hechos que en este libro se exponen en detalle, que cuando una sociedad está preocupada por algo que se da en su tiempo con notas muy distintas y fuertes, ese algo, sea material o espiritual, produce falsificaciones. Así ocurrió en España, entre los siglos XVI y XVIII, con cuestiones referidas a su pasado más remoto y a historias de santos, objeto de falsificaciones que tenían un carácter ya civil o político, ya religioso, en un tiempo como aquel de excitación piadosa y efervescencia nacional. El estudio de algunas de las más sonadas de esas falsificaciones es objeto aquí de una sosegada reflexión respecto a la tendencia al fraude histórico en el hombre, contemplada como algo interesante en sí. Y no solo desde el punto de vista crítico, sino también como algo que puede tener fuerza social, política y estética, además de un interés humano y psicológico.