Cuando se habla de accesibilidad siempre se piensa en barreras arquitectónicas, pero se olvida que las personas con discapacidad intelectual encuentran otro tipo de barreras para desenvolverse en los edificios, la mayoría relacionadas con la incapacidad de la arquitectura para comunicarse e interaccionar con sus usuarios, fundamentalmente desde aspectos de identificación y percepción.
Este documento servirá como guía para que los arquitectos puedan interiorizar barreras de accesibilidad más allá de las arquitectónicas o físicas, como son las indicaciones confusas, diseños poco intuitivos o lenguaje complicado.
A través de esta publicación se quiere promover que las personas con discapacidad intelectual puedan desenvolverse con autonomía, interaccionar en los edificios e identificar sus riesgos favoreciendo en gran medida la incorporación de estas personas en el mercado laboral, en las empresas, en igualdad de condiciones