Ciudad y urbanismo a finales del siglo XX / Ramón López de Lucio. Vàlencia : Universitat, Servei de Publicacions, 1993. 272 p. : il. ; 17 cm. Bibliografía. (Cultura universitaria popular ; 22). Enc. en tapa blanda ilustrada. Con dedicatoria autógrafa del autor a un amigo arquitecto.
Ramón López de Lucio es arquitecto-urbanista, catedrático de Planeamiento Urbanístico en la E.T.S. de Arquitectura de Madrid. Cuenta con una extensa práctica profesional en los terrenos del planeamiento y el diseño urbano en Madrid, Galicia y País Vasco. Es autor de numerosas publicaciones sobre Urbanismo, siendo este el primero de sus libros publicados.
En estas páginas se pretende describir y analizar la profunda transformación que sufre la ciudad occidental a lo largo del siglo pasado, notablemente acelerada en los últimos decenios de crecimiento económico y desarrollo tecnológico.
Estamos asistiendo a la desaparición de la ciudad clásica: de sus paisajes, formas de vida, valores reconocibles y también de sus publícitados inconvenientes. La ciudad densa, compacta y continua es todavía nuestra referencia cultural básica, debido a la fuerza y dimensión que tienen los cascos históricos construidos hasta la mitad del siglo en curso.
Pero es una referencia en decadencia; los nuevos barrios suburbanos o periurbanos son muy diferentes: lo es la forma de la vivienda y de sus agrupaciones, la función y el significado de la calle, las relaciones que se establecen con el transporte, el comercio o los equipamientos cotidianos.
El autor intentó ilustrar estas transformaciones situándolas en un marco histórico algo más dilatado. A ello obedece la inclusión de una primera parte en que se describe el proceso de formación de la ciudad europea moderna desde de la Revolución Industrial hasta mediados del siglo XX.
En la segunda parte el interés se centra en el estudio de la ciudad occidental contemporánea propiamente dicha y su evolución desde finales de la Segunda Guerra Mundial. En ambas secciones se trata de ofrecer una doble lectura. En primer lugar se atiende a una descripción de las etapas principales del proceso de crecimiento y transformación de la ciudad, relacionando las mutaciones físicas con las transformaciones socioeconómicas y las innovaciones tecnológicas.
A continuación el interés se desplaza hacia la formación y evolución de las teorías y las técnicas del planeamiento urbano como instrumento especializado en conducir los cambios y la expansión de la ciudad. Es indudable que este enfoque será de mayor interés para los lectores que, por profesión o por vocación, estén interesados en la urbanística; no obstante se ha intentado mantener un nivel expositivo que permita adentrarse por dichas páginas sin necesidad de una
especial formación técnica, guiados sencillamente por la curiosidad en torno a cómo se intenta controlar un fenómeno tan complejo como es la ciudad actual.
Quizá sea la «Introducción» el texto de más difícil comprensión para los no especialistas, tanto por su origen (procede de una ponencia del autor para un Congreso de Urbanismo), como por el intento de resumir en pocas páginas el conjunto del panorama que se describe en el libro.
El tono más descriptivo que caracteriza a la primera parte, como corresponde a una rápida ojeada a siglo y medio de historia urbana, se torna notablemente más apasionado y crítico en la segunda sección de la obra, a medida que nos adentramos en la circunstancia que nos toca vivir. Así aparecen los sombríos tintes que con cierta frecuencia cobra el relato cuando reflexiona sobre las características del nuevo espacio urbano que se construye en la actualidad. De manera pareja, a la lógica narrativa de los principales episodios que jalonan la formación de la disciplina urbanística entre 1750 y 1950, se contrapone, en la segunda parte, una evaluación más global-estructural de las «respuestas y limitaciones» del planeamiento urbano contemporáneo, para finalizar con una crítica a determinadas posiciones que se juzgan involucionistas, y con una reivindicación de la actividad de planeamiento, aunque reconociendo el contexto de incertidumbre en que se produce y las dificultades que le son inherentes para encauzar y transformar la realidad.
En el último capítulo se realiza una reflexión global sobre la ciudad contemporánea, entendida como modelo progresivamente ineficaz y despilfarrador, inconsistente con los imperativos medioambientales cada vez más explícitos. Se apuntan las características de un modelo alternativo que, de cierta manera, viene a reivindicar una parte significativa de las tradiciones urbanas y civiles de nuestro entorno histórico y geográfico.