Lady Collin Campbell. Diana: una historia real
Barcelona: Grijalvo, 1992 (Hojas nuevas. Grijalvo menor)
Traducción de José Manuel Pomares
Fotos en blanco y negro – 308 p.
Aproximadamente 600 gramos
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Diana Spencer, Lady Di, princesa de Gales es uno de esos personajes que inflaman la imaginación popular y que acaban definiendo con su figura y rostro el archivo gráfico de toda una época. Ella es ya la aténtica “reina” de la prensa llamada del corazón y también se ha convertido en el personaje sin duda más querido y admirado de toda la familia real británica. Una familia marcada en este siglo por la crisis y los conflictos amorosas y conyugales, desde la renuncia al trono del Duque de Windsor para casarse con una divorciada, hasta los matrimonios y posteriores divorcios de las princesas Ana y Margarita, pasando por el muy reciente caso de Sarah Ferguson. La princesa de Gales, hasta ahora, parecía escapar a ese destino repleto de rupturas matrimoniales, y ello pese a los continuos rumores sobre sus desavenencias con el príncipe Carlos, su marido y heredero de la corona del Reino Unido. Pero, ¿quien es en realidad Diana Spencer? ¿Cómo llegó a ser la esposa del futuro rey de la Gran Bretaña? ¿Qué secretos esconde? Sin duda, la persona mejor situada para responder a tales cuestiones era alguien como Lady Colin Campbell, comentarista habitual de la alta vida social londinense y estrella rutilante de la misma. Lady Colin Campbell no sólo forma parte del círculo de los selectos y escogidos, sino que tiene acceso de primera mano a numerosas intimidades y confidencias cuyo origen es el mismo entorno social de la familia real. “Confío totalmente en mi libro y en mis fuentes. Cualquiera que me conozca y sepa en qué círculos me muevo no puede sorprenderse en lo más mínimo por mi obra”, ha declarado la autora.
Lady Campbell rechaza la visión melodramática de una princesa sacrificada y esclava de su papel y traza un vigorosos y tremendamente explícito retrato de una mujer con debilidades y ambiciones muy evidentes, pese a cumplir a la perfección a la vez con lo que públicamente se espera de ella, silenciando incluso las escapadas y las extravagancias de su marido. Con todo, Lady Di no parece haber renunciado al amor, que puede haber encontrado en otros brazos distintos de los de su marido, y Lady Campbell no se recata en obsequiar a sus lectores con una lista de amoríos de la princesa de Gales que incluye incluso a un miembro de su escolta muerto en extrañas circunstancias.