Además de contar la historia de la apasionada relación entre Frida Kahlo y el fotógrafo neoyorquino de origen húngaro Nickolas Muray, este libro da protagonismo a las extraordinarias fotografías -en buena parte ineditas- que Muray tomó a Frida durante la estancia de la pintora en Nueva York, en 1938 y más tarde en Mexico.
Tapa dura con sobrecubierta, 117 pág. ilustado a color y B/N