Un tipo jubilado prematuramente fuma y bebe te, apenas sale de su cocina. El techo que cubre esa cocina esta por caer y el tipo ve señales en sus grietas que proceden de universos que a ratos quiere para si. Lo que le rodea es un pueblo. Su mujer se ha ido a Paris. Es lo que le ha dicho. A veces la llama. Le dice que la espera, que sin Ella no habra mas primavera. Ella le responde que no la necesite tanto, que le de tiempo. Algunas otras personas pulsan el timbre de su puerta de vez en cuando. El tipo unas veces abre, otras no. Hay un pastor que habla sobre las ovejas que tiene a su cargo, un pastor que le dice: se esta bien con los pies al aire a la sombra de un arbol. Y tambien sale Dios, un mendigo de la calle. Algunos dias nuestro hombre le echa un euro.