El doctor Zhivago es, sin duda, uno de esos libros que hay que leer sí o sí: por su prosa cargada de lirismo y belleza; por su pertinencia histórica; por sus personajes complejos y contradictorios. Una novela inabarcable, universal, que décadas después de ser escrita aún despierta en el lector ecos de libertad y esperanza en el género humano. Una delicia que, además, podemos disfrutar en una traducción exigente y moderna. Poco más se puede pedir.