Este proximo otoño tendran lugar dos acontecimientos que resultan de una elocuencia especial en lo que respecta a la coyuntura actual del campo efervescente y heterogeneo del diseño grafico. A finales de septiembre se celebrara en Tijuana (Mexico), por octavo año consecutivo, el congreso internacional Esquina Norte, y, a principios de octubre, Portbou (España) acogera la edicion inaugural de la Festa del Grafisme. La coincidencia pone en primer plano una serie de cuestiones sugestivas y en absoluto inocentes, puesto que conjuga algunos de los interrogantes mas prometedores y de mayor vigencia sobre la condicion, la materia y el objeto del diseño grafico. Ambos encuentros comparten su ubicacion en ciudades pequeñas, fronterizas y definitivamente perifericas del circuito habitual de las capitales de referencia del diseño reputado. A ambos los mueve la intencion de servir como un conector que favorezca las redes de reflexion e intercambio orientadas a la creacion de comunidad. El hecho de que entre ambos puntos disten cerca de 10.000 kilometros no deja de ser igualmente elocuente. Nos habla de que la importancia que la demarcacion geografica, (politica y fisica), ostenta en lo referente a la produccion cultural esta quedando definitivamente relegada, factor que esta reconfigurando las formas de comunicacion e interaccion entre los diseñadores y entre estos y el publico. El diseño esta emergiendo como un territorio en si mismo. Un territorio global de comunicacion. Este desplazamiento ha dado lugar a uno de los momentos mas ricos en el campo de la creatividad, pero trae consigo tambien algunos aspectos polemicos: el reconocimiento de las herencias y genealogias, la aceleracion de los ritmos, la tension entre la conservacion y la reinvencion de la identidad cultural local, y la tendencia uniformadora de un diseño mainstream. Cuestiones que deben ser abordadas por medio de una reflexion