Autor: Manuel Longares, MANUEL LONGARES
ISBN: 841907554X
EAN: 9788419075543
Componen este libro sesenta narraciones, repartidas en cinco capitulos de doce historias cada uno. No existe entre ellas relacion argumental y ninguna supera las doscientas palabras. Son requisitos que, ademas de singularizar este proyecto, influyen en el desarrollo de la idea, el suceso o la intriga que sustentan el entramado de la fabulacion. En el minimo espacio otorgado a la anecdota y a lo largo de un discurso que no admite punto y aparte, estas historias adoptan el caracter experimental que les transmite su genero literario de referencia, el cuento. Una desazon acompaña al lector mientras lo lee y cuando lo termina le conduce hacia el reino infantil de las seguridades para cerciorarse de que nada se ha movido en su entorno, aunque algo parezca alterado para siempre. Sostienen los preceptores que estas historias no llevan a ninguna parte. Pero en eso reside su aquel. Entre tantas vacilaciones, se impone la certeza de que ya no leera estas lineas el critico Javier Goñi (1952-2022), mi amigo durante muchos años.Componen este libro sesenta narraciones, repartidas en cinco capitulos de doce historias cada uno. No existe entre ellas relacion argumental y ninguna supera las doscientas palabras. Son requisitos que, ademas de singularizar este proyecto, influyen en el desarrollo de la idea, el suceso o la intriga que sustentan el entramado de la fabulacion. En el minimo espacio otorgado a la anecdota y a lo largo de un discurso que no admite punto y aparte, estas historias adoptan el caracter experimental que les transmite su genero literario de referencia, el cuento. Una desazon acompaña al lector mientras lo lee y cuando lo termina le conduce hacia el reino infantil de las seguridades para cerciorarse de que nada se ha movido en su entorno, aunque algo parezca alterado para siempre. Sostienen los preceptores que estas historias no llevan a ninguna parte. Pero en eso reside su aquel. Entre tantas vacilaciones, se impone la certeza de que ya no leera estas lineas el critico Javier Goñi (1952-2022), mi amigo durante muchos años.