Nunca se hubiese imaginado Pedro que un dia iba a entablar una verdadera amistad con una zapatilla. Pero eso es precisamente lo que le ocurrio durante unas vacaciones de Semana Santa, que al principio se presentaban bastante aburridas. La misteriosa zapatilla habia vivido demasiadas aventuras como para pasar desapercibida ante la insaciable curiosidad de Pedro