En 1711, en el gelido invierno de Madrid, el hermano coadjutor Felipe Frutos, soldado en las guerras de Cataluña en los años 1690, jesuita en la Barcelona convulsa de 1701- 1705, se sento a redactar su vida, aunque sin esperanzas de verla publicada. ¿Por que tomaria la pluma? Para quien habia sido un pequeño y picaro campesino de la region de Segovia, las experiencias se habian acumulado y su protagonismo se habia paseado de España a Nueva España, atravesando el sur de Francia hasta llegar a Italia. De barco en carruaje o a lomo de mula, habia vivido insolitas aventuras en tiempos de miseria y de frio, mil facetas que se plasman en una escritura muy propia. Frutos escribe como es: jocoso, inventivo, autodidacta.El estudio y edicion anotada de su diario, que abarca los años 1674 a 1711, y de su Relacion sucinta de las propiedades de los indios mexicanos, redactada en 1722, hacen de este volumen una fuente excepcional para comprender la vision desde abajo de un universo que se extiende de Roma a Acapulco, por el que desfilan algunos de los mas relevantes personajes y sucesos historicos del periodo, entrelazados con la percepcion personal de Frutos hacia castellanos, catalanes, romanos e indios.