Trece dias que se extendieron desde el 17 de octubre de 1962 -dia en que Washington tuvo pruebas irrefutables del emplazamiento de misiles nucleares en Cuba por los rusos- hasta el 28 del mismo mes, dia en que llego la noticia de la aceptacion, por Krushev, de las condiciones norteamericanas. Periodo breve, pero que parecio una eternidad.