Crisol del AdriaticoSalgamos, pues, a contemplar a Venecia. Nuestra gondola se desliza por el gran canal. Las aguas tienen un verde-esmeralda, el cielo un azul-turquesa, los bancos de arena un brillo de oro, las casas de las cercanas islas un esmalte de coral-rosa, y las iglesias de marmol una trasparencia tan extraordinaria que parecen iglesias de cristal.