Frente a la insoportable realidad del tiempo, la fotografía aparece como el guardián de una presencia viva del pasado y del presente. El proyecto Cronos de Pere Formiguera, iniciado en enero de 1990, consiste en retratar, un vez al mes y durante diez años, a 32 personas de edades que oscilaban entre 2 y 75 años. En su estudio, sobre un fondo neutro, desnudos, de perfil o frontalmente, hombres, mujeres y niños se someten al ritual del retrato.